Por R.H.Cristóbal.2011 (a unos pocos meses del fin del mundo)
Domingo 31 octubre, México D.F.
Casa de Carlos
El día es largo y las cosas suceden en solo segundos. Carlos no se imaginaba lo que pasaría esa tarde, es difícil adivinar o asegurar algo cuando la vida es tan impredecible y perturbadora.
Eran ya las ocho de la noche y nuestro amigo llegaba a su casa, apaleado y con la ropa manchada de lodo y sangre; aunque no suya. Como ya todos sabemos. Apretando contra su pecho el morral en el que guardaba un gran tesoro. Tan imprevistamente suyo como la posibilidad de sobrevivir a un accidente de tal naturaleza.
La cabeza de Elizabeth seguía algo fresca, aunque la sangre de su cuello ya estaba coagulada y su rostro estaba algo sucio por tanto movimiento. Pero aun conservaba ese encanto tan singular de cuando la joven tenia vida.
Lo primero que hizo al llegar a casa fue ver si su madre estaba en la iglesia como de costumbre, cosa que corroboró con alegría; corrió a su habitación con esos pasos cortos y torpes tan caracteristicos de alguien tan subnormal como el y al entrar sintió que era como su luna de miel.
Miró fijamente la hermosa cabeza de su nuevo amor el cual iba un paso mas allá de la ilusión virtual y se atrevía a rozar la perfección de una pareja real para el.
Voz infantiloide-Que ojos tan hermosos tiene usted, bella dama Fingiendo voz de chica- Eres tan galante Chars, estaré contigo para siempre. Voz infantiloide-Si, nunca me abandones, tu y yo fuimos hechos el uno para el otro. Fingiendo voz de chica- -Bésame, tonto.
El beso era más bien algo repulsivo a la vista, la quijada entumecida del cadaver tronaba de manera extraña a cada ataque de los 'besos' de su hombre, quien mas bien lamia como cerdo los labios carnosos y amoratados de Elizabeth.
El ambiente se impregnó rápidamente por un olor rancio, mezcla de semen y orines; aderezados con ropa interior con días de uso, con una erección tan potente y húmeda como cuando se consumó su amor en el accidente.
Voz de galán- Eres una perversa ¿Que miras tan insistentemente?
La cabeza de Elizabeth seguía algo fresca, aunque la sangre de su cuello ya estaba coagulada y su rostro estaba algo sucio por tanto movimiento. Pero aun conservaba ese encanto tan singular de cuando la joven tenia vida.
Lo primero que hizo al llegar a casa fue ver si su madre estaba en la iglesia como de costumbre, cosa que corroboró con alegría; corrió a su habitación con esos pasos cortos y torpes tan caracteristicos de alguien tan subnormal como el y al entrar sintió que era como su luna de miel.
Miró fijamente la hermosa cabeza de su nuevo amor el cual iba un paso mas allá de la ilusión virtual y se atrevía a rozar la perfección de una pareja real para el.
Voz infantiloide-Que ojos tan hermosos tiene usted, bella dama Fingiendo voz de chica- Eres tan galante Chars, estaré contigo para siempre. Voz infantiloide-Si, nunca me abandones, tu y yo fuimos hechos el uno para el otro. Fingiendo voz de chica- -Bésame, tonto.
El beso era más bien algo repulsivo a la vista, la quijada entumecida del cadaver tronaba de manera extraña a cada ataque de los 'besos' de su hombre, quien mas bien lamia como cerdo los labios carnosos y amoratados de Elizabeth.
El ambiente se impregnó rápidamente por un olor rancio, mezcla de semen y orines; aderezados con ropa interior con días de uso, con una erección tan potente y húmeda como cuando se consumó su amor en el accidente.
Voz de galán- Eres una perversa ¿Que miras tan insistentemente?
Voz seductora- Es mi cetro de amor, en el, se encuentra encerrado el elixir de la vida. El cual te cedo amorosamente, amor mio. Voz de chica enamorada- Eres tan especial, cualquier niña se sentiría bendecida contigo. No merezco tu amor. Voz infantiloide- Pero que cosas dices tontita, simplemente déjate llevar. Aishiteruuuuu-
El desagradable edor a sexo rancio se acentuó cuando Carlitos mostró su verga tiesa y sin actuar más, comenzó a fornicar con la cabeza de la chica, esta vez con estocadas mas violentas y frenéticas. Esos ojos tan hermosos con el maquillaje totalmente corrido -las jovenes y su maquillaje- ahora se encontraban cristalinos y sin luz, ¿alguna vez te abras perdido en una mirada así de hermosa? Tal parece que la muerte a temprana edad es una manera de venerar la belleza natural, tal cual, antes de ser marchita o de sufrir deformaciones. Las chicas son tan tiernas, cualquiera cae enamorado al instante.
Los chorros de semen desbordan por los labios de la muerta hermosa, su piel pálida, sucia y fría no demerita el querer robarle un beso y vivir para ella por siempre.
Han pasado horas, Carlitos esta exhausto, con el miembro adolorido y algo lastimado por la tiesa quijada de Liz. Pero tan feliz que eso no importaba. Tan pronto se recupero de su cuarto orgasmo, Carlos se dio cuenta del desastre que debía ocultar antes de que su religiosa madre regresara de sus actividades cotidianas y presto quemo su ropa ensangrentada, busco un contenedor grande para meter la cabeza de su amada y la lleno de alcohol.
-¿Cuanta diversión pasaremos juntos? ¡Mi amada Sakura Sama! Por el momento estarás aquí, pero tan pronto como pueda vendré para seguir demostrando cuanto te amo.
-Voz de chica enamorada- Eres el hombre perfecto, te esperare siempre, siempre, siempre...
La puerta suena, Carlos se apresura y guarda el garrafon cortado en una caja vieja y la oculta en su armario. El crimen perfecto; sin huellas y todo tranquilo.
Doña Cecilia- Carlitos, mijo... ya regresé.
Carlos- Voy ma, estoy en el baño.
Doña- Apresurate, tienes que ir con don Fermin, se me olvido el monedero y el rosario en su tienda.
Carlos- Ma' estoy cansadoooo...
Doña- Pues yo también... lavé, planché, cociné, hice quehacer, fui a la iglesia. Haz algo mijo; solo te la pasas con tus mangas esas.
Mente de Carlos-Vieja puta... de seguro vienes bien caliente después de visitar a ese pinche ruco mamila... ya mejor dime que me encierre en mi cuarto pa' que puedas meterte esa virgen en la panocha, como si no supiera lo que haces vieja puerca...- ¡Voy ma'!
Esa noche, todo transcurrió como siempre, doña Ceci gozaba con su virgen de fatima, -esa forma falica no era de gratis- mientras en la habitación de Carlos el amor estaba también presente; besando y acariciando la cabeza ahora edionda de Liz, ahora llamada Sakura.
Fin del capitulo 2.